Todo buque que se precie, sabe que su mejor destino es encallar y naufragar.
Cuando nací, ya existía el asfalto, letras de molde, conversaciones telefónicas, leyes y circos ambulantes. En este momento de mi vida, no me puedo ir de este mundo sin devolver algo de lo que la cultura me dio e hizo de mi. Es decir que el procesamiento de todo lo que recibí debe ser transmitido de alguna manera.
Empezando con mi ideología es decir con aquello que venía impreso en las proteínas de la leche de mi madre. Y que ahora me delatan al escribir estas líneas.
Un blog o un cuaderno de bitácora, es la forma que más me cabe para ese intento. Versará sobre el psicoanálisis en primer término, que me permitió varias vidas. Y al que vivió varias vidas le tocan varias muertes. Eso sí, las muertes que vengan, pero sin drama más bien con humor.
Contendrá algo de literatura , de cine, de ciencia y de todo aquello que mi curiosidad y mi estética me permitan.
Estamos hecho de letras acodadas por carne triturada por un real que siempre nos recuerda nuestro origen carroñero. Algo de esto se verán en este intento. Por lo demás incluiré también todos los escritos de aquellos que me gusten y me lo permitan.

lunes, 14 de junio de 2010

Separaciones

Freud señalaba en el prologo del libro de Agusto Aichhorn que existen tres oficios imposibles gobernar, educar y psicoanalizar.
Nosotros agregaremos una mas. Convivir ( en pareja).

UNA SEPARACIÓN MODERNA. FENOMENOLOGIA.

Pareja en crisis, lentamente comienzan a instalarse los síntomas del aburrimiento y la pelea por cualquier banalidad.
La educación de los hijos y las actividades del fin de semana pasan a constituirse en temas centrales y urticantes.
Pero los primeros signos comienzan en la cama. Ella al principio marchaba a la cama ligera de ropa y perfumada, llegaba después que el marido.
Ahora es capaz de entrar en la cama de sur a norte para no arrugarse el camisón e indefectiblemente esta dormida cuando el se va a acostar. Sino el recurso del cansancio o la cefalea.
El era un león, ahora cuando llega tarde se desliza sigiloso como un gato para no despertarla porque ella puede llegar a reclamarle que cumpla con sus deberes matrimoniales, no por deseo sino por simple verificación.
El generalmente esta analizándose, tiene una amante, casi siempre relacionada con su actividad laboral.
Ella es soltera de más de 30 años o separada con hijos. Es decir una desesperada por no estar sola
La esposa no tiene amante, merecería tenerlo. Siempre esta insatisfecha, no manifiesta deseos sexuales, no trabaja o si lo hace es una tarea secundaria y mal paga.
Ella le reprocha todo. Fundamentalmente su indiferencia, su no dialogo, (cuando esta en casa solo mira TV, fútbol y policiales.)
El calla. Se refugia en alguna tarea individual, esta poco en casa. Quiere separarse.
Comprende que la situación es insostenible, pero teme por los hijos. Lo abruma la culpa.
La amante presiona, le pone plazos, amenaza con abandonarlo. Miente.
El percibe la magnitud de su impotencia para resolver la situación. El analista le señala que para un hijo, es preferible tener un padre divorciado que un maricón en la casa .
Empieza a hablar de fechas que sistemáticamente prorroga.
Comienzan los descuidos, alertando a su mujer sobre su posible infidelidad, lo único que logra es una vigilancia más estricta, casi atormentadora. En realidad lo que busca es que la mujer lo eche y lo salve de tomar el la decisión.
Comienza a pensar en las consecuencias prácticas de la separación. Nueva vivienda, explicaciones familiares, duplicación de los gastos, como decírselo a los chicos.
Finalmente luego de varios intentos fallidos lo plantea. El drama se transforma en melodrama. Amenaza de suicidio. Confusión total.
Valija con la mínima ropa, equipo de audio y si tiene mucha suerte la antigua tv blanco y negro es su equipaje.
Deja atrás una casa completa, unos hijos angustiados una esposa deshecha y una sirvienta casi siempre cómplice con ella.
Al principio se hospeda en la casa la de los padres. Eso si nunca solo. (Hasta que me organice y alquile algo.) Llama todos los días a los hijos. El drama es el fin de semana (como siempre), la madre no los quiere largar. Sufre desesperadamente.
Luego lentamente los ve mas seguido. Pero comienza a superponerse los horarios con la amante, Nuevas fuentes de conflicto.
La abandonada intenta sumar a los hijos a su causa, los retiene, con el tiempo descubrirá que puede dejárselos a el y tener mas libertad. Terminara por tirárselos por la cabeza en cualquier ocasión. El siempre los recibe, pero la amante empieza a molestarse un poco.
Ella también siente una razonable preocupación. Ese imbécil puede llegar a ser su nuevo esposo.
El abandonante se refugia también en casa de los amigos. Busca consuelo, fuerzas, disculpas, que lo entiendan, que.....etc.
Misteriosamente aumentan ciertos gastos en su ex hogar, supermercado, luz, teléfono fundamentalmente el teléfono. Para colmo ella quiere analizarse y el tiene que pagarlo, al fin y al cabo todo es por su culpa.
A partir del abandono del hogar por parte del marido se suceden tres etapas en ambos miembros de la pareja.
1ª ETAPA. El culposo y angustiado.
Ella desesperada e incontrolada.
Duración aproximada 1-2 meses. En realidad ambos están bastante locos.
2ª ETAPA. El eufórico. Goza de la libertad y de nuevos proyectos.
Ella verdaderamente triste. Comienza el duelo de la separación.
Duración aproximada 2-4 meses.
3ª ETAPA. El comienza a extrañar la organización familiar. El dinero comienza a ser un engorro, los amigos ya no le dan tanta presencia como el demanda. Los chicos ya no le piden tanto que vuelva al hogar. Tiene dudas sobre todo lo hecho. No termina de adaptarse a la nueva vida. Sobre todo extraña la comida.
Ella empieza a arreglarse más. Algún amigo de el o de sus amigas la invita a tomar un café. La casa le parece mas arreglada y todo esta en orden desde que el se fue.
Empieza a darse cuenta que se saco un clavo de encima.
Duración aproximada 3-4 meses.
4ª ETAPA. El, tras algunos intentos fallidos de reconsiderar las cosas y ahora ante la reticencia de ella comprende que lo definitivo de la situación.
Debe asumir la realidad y orientarse hacia otra mujer. Es decir comienza el mecanismo de la repetición que lo va a llevara un nuevo error.
Ella empieza a comprender que siempre van a existir hombres dispuestos a acostarse con ella pero ninguno a convivir ni a figurar como esposo.
Tiene mas posibilidades de morir en un ataque terrorista que de volver a casarse. Frente a este panorama le quedan dos opciones.
1-Envejecer dignamente. O sea acoplarse a las posibilidades propias de la edad.
2-Enbrujecer (lo más probable) o sea masculinizarse en el peor sentido de la palabra, dedicándose a ganar dinero, quejarse y despreciar a todos los hombres.
Duración aproximada el resto de su vida.

ESTRUCTURA SUBYACENTE.

La separación en una pareja produce un malestar terrible, un stress aniquilante peor aun que en los casos de fallecimiento del cónyuge, en el sentido que la crisis tiene una duración como mínimo de 18 meses en tanto un duelo normal tiene un tiempo mucho mas reducido (alrededor de 6 meses).
Cuando la crisis esta constituida los sujetos entran en una estructura inevitable caracterizada por una forma lógica, rígida pero permutables con el transcurrir del tiempo.
Se constituyen dos lugares claramente definibles:
EL ABANDONANTE. Finca su decisión en un retorno a la libertad, una nueva posibilidad de pareja.
Se idealiza el futuro.
Vivencia la agresividad como único recurso para soportar la separación siendo en realidad, una versión masculina del drama de la niña que ante la decepción fálica o sea del descubrimiento de su falta de pene entra en la etapa edípica, ingreso que según Freud solo es posible solo a través de la hostilidad con la madre.
La culpa es el correlato de esta posición.
EL ABANDONADO. Siente que la separación es la catástrofe final. Nada puede sustituir esta perdida.
Se idealiza el pasado.
La agresividad paranoica es el correlato de esta posición.
Del llanto de la traición, a la furia redentora.
Ambos niegan que cada uno tiene la pareja que se merecen.
Simplificando al máximo podemos señalar que en toda relación de pareja hay tres momentos evolutivos, el enamoramiento, el desenamoramiento y la evolución particular que allí se da.
El enamoramiento es la etapa de fusión, del amor-pasión, el grado máximo de completud narcisista. Es la consumación de la fantasía de la unicidad. Es decir dos idiotas irredentos.
Esta catástrofe del yo después de los cuarenta años bordea el ridículo.
El correlato es la negación de la castración simbólica.
Al sujeto en edad de merecer se le plantean dos opciones duras (eufemismo de imposibles).
Si elige al compañero por la vía del amor, obrara el error, siempre el deseo pifiara el objeto por el exceso de idealización del mismo.
Si elige por la vía del interés racional se le impone el aburrimiento con el objeto. El deseo no se compra.
A esta etapa le continúa lo que podríamos denominar el desenamoramiento.
Surge en el estar de la vida cotidiana. Se descubre la no realización del ideal matrimonial.
Corresponde al desacople del deseo y el amor. Se configura para el hombre la contradicción de madre santa-madre prostituta.
La esposa, la santa madre de mis hijos, es dignificada con el respeto, el coito normal, ( es decir breve y clásico ) o sea el sacrificio en aras del amor.
La amante, mi putita preferida, la pasión, es dignificada con mi tiempo, mi deseo, mi imaginación. Con ella todo vale.
Comienza a surgir un sentimiento que llamamos lo siniestro y que Freud describe como la esencia misma de la angustia.
Lo familiar y conocido, nuestra media naranja se nos vuelve extraña. No tenemos nada con el que cohabitamos. Nuestro compañero se nos transforma en lo que la teoría psicoanalítica denomina el doble.
La angustia es frente a un otro que no es tal, sino ante mi mismo recubierto con la imagen del otro, que es visto como extranjero, ajeno, insoportable compitiendo conmigo por un espacio vital.
Frente al doble o sea ante el otro que soy yo mismo, la exigencia de unicidad de la estructura narcisista me lleva a la agresión.
La única posibilidad es el aniquilamiento de otro (la pareja).
Pero esta agresividad se ve confrontada con el hecho que la separación implica tanto para el hombre como para la mujer la ruptura con la madre fálica.
Se llama fálica a la mujer que mantiene excluido al padre de la relación.
Es como un movimiento de tenaza, por un lado el no corte, de la relación simbiótica, la decoración del niño por parte de la madre y por otro la ruptura, el corte, conlleva la aceptación de la diferencia de los sexos o sea la castración de la madre fálica.
Frente a este nudo ambos participantes del drama fingen.
El abandonante finge aceptar el corte, hace la parada de la independencia y cuando lo logra empieza a aterrarse.
El otro finge aceptar la decoración por la madre, llora y pide que no lo abandonen, que sigue amando como el primer día, aunque luego de un tiempo descubre la posibilidad de la sustitución y con ello el alivio del dolor.
Cuando logran descubrir al fin, la trampa a la que están expuestos, y pueden aceptar que son dos seres diferentes, podrán saber de sus limites y rehacer un nuevo contrato tácito de relación o lograra separase, ahora si, mas civilizadamente. (Esto es pura expresión de deseos).

Octubre 1994.

1 comentario:

  1. Muy intereante el tratamiento narrativo que hacés del tema, es muy novedoso.
    un abrazo

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