Todo buque que se precie, sabe que su mejor destino es encallar y naufragar.
Cuando nací, ya existía el asfalto, letras de molde, conversaciones telefónicas, leyes y circos ambulantes. En este momento de mi vida, no me puedo ir de este mundo sin devolver algo de lo que la cultura me dio e hizo de mi. Es decir que el procesamiento de todo lo que recibí debe ser transmitido de alguna manera.
Empezando con mi ideología es decir con aquello que venía impreso en las proteínas de la leche de mi madre. Y que ahora me delatan al escribir estas líneas.
Un blog o un cuaderno de bitácora, es la forma que más me cabe para ese intento. Versará sobre el psicoanálisis en primer término, que me permitió varias vidas. Y al que vivió varias vidas le tocan varias muertes. Eso sí, las muertes que vengan, pero sin drama más bien con humor.
Contendrá algo de literatura , de cine, de ciencia y de todo aquello que mi curiosidad y mi estética me permitan.
Estamos hecho de letras acodadas por carne triturada por un real que siempre nos recuerda nuestro origen carroñero. Algo de esto se verán en este intento. Por lo demás incluiré también todos los escritos de aquellos que me gusten y me lo permitan.

sábado, 29 de mayo de 2010

Frases inteligentes

Los únicos paraísos no vedados al hombre son los paraísos perdidos. J. L. Borges.

Cuando los dioses quieren castigar a los hombres, les realizan los deseos. Oscar Wilde.

El escepticismo sigue siendo la mejor actitud etico-epistemologica, no anula los entusiasmos, simplemente los hace menos ridículos. Tomas Abraham.

Anormales son aquellos seres que tienen menos porvenir que los normales. Paul Valery.

El mayor defecto del olvido es que a veces incluye la memoria. J. L. Borges.

Todos los hombres nacen reyes y mueren en el destierro. Oscar Wilde.

Hay una sola y verdadera tragedia en la vida de una mujer. El hecho de que su pasado es siempre su amante, y su futuro invariablemente su esposo. O. Wilde.

Somos una terrible mezcla de ácidos nucleicos y de recuerdos, de deseos y de proteínas. Francois Jacob.

Me desordeno amor, me desordeno

Poesía.Carilda Oliver Labra.

Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada;
y casi sin querer, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.

Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada
me desordeno, amor, me desordeno.

Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mal promesa de veneno;

y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me desordeno, amor, me desordeno.

El Humor


"Si uno comienza por permitirse un asesinato, pronto no le da importancia a robar, del robo pasa a la bebida y a la inobservancia del día del señor, y se acaba por faltar a la buena educación y por dejar las cosas para el día siguiente".
Thomas de Quincey.

Massotta señalaba que lo más serio que tiene el hombre es que esta estructurado como un chiste.
Y es en la vía del humor donde podremos pensar al sujeto experimentando su división constitutiva y su condición sexuada y mortal, con un verdadero placer, sin sufrimiento alguno, en un perfecto equilibrio, ni del lado de lo siniestro ni del lado del síntoma.
Freud , diferencia el humor, del chiste y de lo cómico y va perfilando la idea de que el humor es un transito por algo de lo imposible de decir y que comporta además “una discreta ganancia de placer.”
Pero la experiencia del humor, tiene su marca como don, no es de todos, le es al sujeto un privilegio, produce admiración, grandiosidad y exaltación señala Freud, él yo no es afectado, al contrario encuentra placer en lo propiamente penoso de su existencia.
El humor tiene una dignidad propia que lo emparienta con la sublimación, que no alcanza el chiste, que juega a lo sumo sexualidad
contenida y agresión.
En el humor esta en juego él limite de lo mortal del sujeto, por eso lo esencial del humor es su autoreferencia, solamente en ese juego con la muerte, el humor adviene como un don.


"Ser bisexual duplica las oportunidades de conseguir una cita el sábado por la noche".
Woody Allen

Su imagen seria como una risa velada por un aire triste.
No es un invento ingles pero de alguna manera fueron ellos lo que más insistieron en llevarlo a su condición de propio.
El alma inglesa alterna entre la taciturnidad, máscara de amor y la sonrisa, mascara de la amargura, entre el optimismo triste y el pesimismo alegre.
El humor es aquello que hace ambiguo todo lo que toca.
Su pertenencia al campo especifico del psicoanálisis deviene de formar parte ineludible de la experiencia clínica, en tanto que es la vía menos penosa de experimentar el sujeto su división constitutiva, y esto es en todas las etapas del análisis.
El humor esta en el orden del afecto mas que de la emoción, afecto en el sentido verdaderamente freudiano del orden metapasicologico.
Algo del goce queda acreditado a “la ganancia de placer o el ahorro de sufrimiento” pero que nunca deja de tener estructura de discurso,
Es la particular manera que tiene el sujeto de escapar de la crueldad de su superyo, siempre insistente ante cualquier situación que lo pone en falta y sustituirlo cono función ordenadora del padre.
Quién es el sujeto del humor en la sesión?. El analizante siempre atado a la tediosa descripción de su fantasma, o el analista que trata seriamente de sostenerse en el lugar donde la palabra resuena en un escenario siempre un tanto ridículo.


"Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer,
Siempre y cuando no la quiera".
O.Wilde.

El chiste comparte con el humor su posibilidad en el lenguaje, esa descarga social sin la cual el hombre no seria tal, esa fuerza libidinal que derivando en el significante, va encontrando en la risa una suerte de acodadura con lo real imposible.
En lo cómico, su percepción requiera de dos personas, uno que observa y otro que es observado, su desenvolvimiento esta puesto en imágenes, no es necesaria la palabra.
La ironía esta más próxima al chiste y su esencia consiste en expresar lo contrario de lo que deseamos comunicar a nuestro interlocutor, y en hacérselo sentir, corriendo siempre el riesgo de no ser comprendida pero permitiendo eludir fácilmente las dificultades de la expresión directa.
Un viejo aforismo psicoanalítico lo reduce así: El placer del chiste se origina en una economía del gasto de la inhibición, el placer de lo cómico en una economía del gasto de pensamiento y el placer del humor en una economía del gasto de la emoción, y los tres nos permiten sumergirnos por un instante en el paraíso perdido de nuestra infancia.


"La mujer se casa con el hombre esperando que cambie, y este no cambia. El hombre se casa con la mujer esperando que no cambie, y esta cambia".

Es interesante como el habla cotidiana pone colores al chiste “verde” y al ”humor negro” donde el sexo, lo siniestro y la muerte dan trasfondo a lo que sé esta jugando detrás de la mirada del buen humor.
Si el fin del análisis tiene que pensarse por el lado de la sublimación, el buen humor no debe estar ausente en esa situación.
Un sujeto que sale de su análisis sin resolver su relación apaciguadora con la castración de su ser, es decir con su malhumor a cuesta, es en el mejor de los casos alguien no poseedor de lo llamado sentido del humor.
En el buen humor no se esta en querella con el Otro, de alguna manera el sujeto se las ingenia con su inconsistencia en ser.


"La risa no es en absoluto un mal comienzo para una amistad,
Y desde luego es su mejor fin"
O.Wilde.

El mal humor Lacan lo define como un toque de lo real, un cuerpo que no encuentra alojamiento en el lenguaje, al menos no de su agrado.
Cómo trabaja el buen o el mal humor en la tarea psicoanalítica?
Del lado del analista abriendo la escucha al trabajo del chiste, que es precisamente como lo descubre Freud, el trabajo del inconsciente, se vuelve a encontrar con los conceptos de condensación y, desplazamiento propios del proceso primario.
La fortuna de un chiste esta siempre condicionada al oído del otro, y esta es la dimensión desafiante en que se juega el sujeto que abre la dimensión del humor.
El chiste establece el paradigma de donde debe situarse la escucha analítica.


"Caperucita embarazada, viene caminado por el bosque y se encuentra con el leñador que le dice; Caperucita, que sorpresa, creí que te había comido el lobo. Y ella le responde; no, fue un error de imprenta".

No podemos tampoco olvidar las raíces infantiles que comparten los sueños y el chiste, por lo que nuestras fantasías nocturnas como la creación de un chiste y el placer de escucharlo, no obedece a un orden lógico sino a la asociación de ideas más superficiales.
El chiste, lo cómico y el humor, aparecen anudados por el escenario donde un instante maravilloso que conecta al sujeto y su goce en una relación con el significante que como sabemos es del orden de lo imposible pero que solamente allí es donde se consuma esa articulación.
Pero es en la especificidad del humor, de su dignidad marcada mas por la esperanza que por la ilusión, por donde el sujeto puede enfrentar el “malestar” y en una sonrisa recuperar la alegría infantil que como decía Freud, una edad en la que ignorábamos lo cómico, no teníamos ingenio, ni necesidad del humor para sentirnos felices de nuestra vida.


Roberto Molero, 1999.